martes, 27 de enero de 2009

El bus ateo

El bus ateo
Por Tercera Cultura día 4 Enero, 2009

En el Reino Unido las iglesias tenían por costumbre evangelizar también en los medios públicos de transporte, así que “hartos de ver cómo en los autobuses se les amenazaba con el fuego eterno“, un grupo de particulares decidió que otra voz debía ser escuchada. Concretamente la campaña tiene su origen en Ariane Sherine, columnista de The Guardian, a la que se añadió la briosa fundación de Richard Dawkins. Llegaron a recuadar más de 100.000 euros para pintar los autobuses londinenses con lemas ateos: There’s probably no God. Now stop worrying and enjoy your life.

A veces una campaña sencilla, aunque no agrade a todos y no esté destinada a tener un impacto inmediatamente medible, no obstante representa una excelente iniciativa que merece el apoyo de personas razonables. La campaña del Bus Ateo, ahora también en España, es una de ellas. El “bus ateo” llegará este lunes 5 de enero a Barcelona, la víspera de los Reyes Magos, y circulará por nuestras calles hasta el 18 de enero.

Desde Cultura 3.0 queremos anunciar nuestro entusiasta apoyo a la iniciativa puesta en marcha por la British Humanist Association en Inglaterra y, aquí en España, por la Unión de Ateos y Lirepensadores, con el lema: “Probablemente dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida”.

La apoyamos no porque tengamos los ojos deslumbrados de buenismo y falsas expectativas, sino porque sabemos que, en la lucha contra el pensamiento flácido y los dogmas irracionales, lo que cuenta son acciones positivas y apoyo mutuo. Nos posicionamos claramente en el lado de un profundo respeto por la decencia humana para romper los esquemas de creencias infantiles y negativas que nos dividen y nos esclavizan.

Estamos convencidos de que el pensamiento naturalista y, más que nada, el método científico, representan el camino a seguir para resolver los problemas que afectan a todas las personas y para permitirnos pensar en un futuro libre de conflictos irrazonables y de supremacismos basados en fenómenos supernaturales.

Para nosotros la ciencia es el “ácido universal” que, poco a poco, desgastará todos los argumentos espurios basados en creencias no verificables. No hay marcha atrás. Este año celebramos el 200 aniversario del nacimiento de Charles Darwin, y el 150 aniversario de la publicación del Orígen de las especies, y lo hacemos ofreciendo nuestro sincero apoyo a todos los españoles que piensan en el futuro de sus conciudadanos y en el futuro de la humanidad. Nada menos.



ACTUALIZACIÓN. Mientras que los cristianos evangélicos se adelantan en España con una iniciativa similar, la campaña se lanza por todo lo alto en el Reino Unido. 135.000 libras esterlinas recaudadas. 800 autobuses en Inglaterra, Escocia y Gales. Los lemas incluyen citas de celebridades como Katharine Hepburn, Albert Einstein o Emily Dickinson. En la fotografía, Ariane Sherin y Richard Dawkins.

domingo, 25 de enero de 2009

ENSEÑAR AL QUE NO SABE PEDOFILIA

Decenas de ex alumnos sordomudos acusan de pedofilia a 25 profesores religiosos en Verona

El obispo de la ciudad promete transparencia para aclarar los casos de 67 estudiantes, que se prolongaron al menos durante 30 años

MIGUEL MORA - Roma
ELPAIS.com - Sociedad - 23-01-2009

Sesenta y siete ex alumnos de un internado para niños sordomudos de Verona se han unido para denunciar públicamente los abusos sexuales sufridos durante 30 años a manos de 25 curas y religiosos del centro. La noticia, que publica en su edición de hoy la revista
L'Espresso, ha salido a la luz porque las víctimas han decicido hablar al comprobar que algunos de los sacerdotes acusados siguen trabajando en el Instituto Antonio Provolo, y para evitar que su "horrible experiencia" les suceda a otros.

Los ex alumnos, mujeres y hombres cuyas edades oscilan entre lo 41 y los 70 años, han contado por escrito y a través de vídeos que han decidido contar la verdad solo ahora animados por la firme condena del Papa Ratzinger a los sacerdotes pedófilos estadounidenses.

Los abusos comenzaron en los años cincuenta y duraron, aseguran los testimonios, al menos hasta 1984, fecha en la que el denunciante más joven abandonó la institución. El Instituto Provolo estaba considerado hasta los años ochenta como un centro ejemplar, especializado en acoger a niños huérfanos y con discapacidades de habla y audición procedentes de familias campesinas y desfavorecidas de la región.

Entre los delitos que refieren los ex alumnos, que hablan de más de 100 víctimas, hay desde casos de violaciones y sodomía hasta malos tratos y tocamientos, realizados de forma reiterada a lo largo del tiempo, de manera individual y en grupo, y en todo tipo de lugares del Instituto, desde las duchas al confesionario.

El obispo de la ciudad, Giuseppe Zenti, ha dicho que si las acusaciones resultan fundadas "marcarían a la comunidad cristiana con una herida lacerante", y ha asegurado que pondrá en marcha todas las medidas necesarias para dar transparencia al caso y evitar "inútiles zonas de sombra o sospecha".

Todos los supuestos delitos denunciados han prescrito judicialmente, y en cualquier caso, ha recordado la Curia, al haberse producido dentro de una institución religiosa deberían ser juzgados en base al Derecho Canónico.

"Si la justicia de los tribunales conoce los tiempos de la prescripción, la de la conciencia no prevé caducidad", ha dicho Zenti.

Antes de enviar sus testimonios a la revista, el grupo informó tanto al obispo de Verona como a la dirección de la escuela. Las víctimas aclaran que no quieren condenas penales ni indemnizaciones económicas, aunque el obispo ha sugerido que supo del caso porque los demandantes intentaron "un chantaje económico". Entre los religiosos acusados, señala L'Espresso, hay un alto prelado muy conocido en Verona.

THERE'S PROBABLY NO ROUCO

El cardenal Rouco critica la campaña ateísta del bus “...hablar mal de los creyenyes es un abuso...”, y observo distorsión en su juicio, pues no se habla mal de nadie. Tal vez no haya leído bien la publicidad de los buses.
Continua con que “la fe no es fuente de preocupación insana, sino de consuelo y de libertad” y pienso que el consuelo buscado en la fe debe venir por preocupación insana, observo incongruencia. Tal vez no lo haya pensado bien.
Incita a las autoridades civiles, militares, políticas y económicas a que “...tutelen como es debido...” la libertad de expresión y que “...los medios públicos no deberían ser utilizados para socavar derechos fundamentales...”. La libertad de expresión lo es por su propia naturaleza, no por las 'desinteresadas' tutelas que siempre se le ofrecen.
Me viene a la memoria que la iglesia católica tiene estatus de privilegio desde el 18 de julio de 1936 y que no a pasado por ella la transición, junto a Franco siempre tenían especial celo, que no han perdido, en tutelar las ideas. Recuerdo también que la toma de posesión de los altos cargos, indignos de la Constitución que dicen representar, aceptan hacerla con un crucifijo delante, infringiendo la Constitución. No he oído al cardenal Rouco defender en este caso el derecho de los ciudadanos expresado en la Constitución a no ser menospreciados y atacados en sus convicciones de fe.

viernes, 23 de enero de 2009

DOBLE LENGUAJE

Doble lenguaje
por José María

La administración está censada como Servicio Público al ciudadano. Pero esto no es así, hay categorías de súbditos en nuestra Comunidad de le Illes Balears, que la Constitución no contempla. En este caso se trata de dificultar o lo que es lo mismo negar información a los que no entiendan el idioma de la Comunidad Autónoma. Esto sucede en el Ibsalut, en la Inspecció de Serveis Sanitaris del carrer Son Campos nº 5 de Ciutat. El folleto dice: INFORMACIÓ BÀSICA EN MATÈRIA D’INCAPACITAT TRANSITÒRIA, sólo en catalán lo que significa que se incumple la normativa constitucional de ofrecer información pública en los dos idiomas reconocidos. En el interior del folleto Derechos y Deberes del paciente que muchos no entenderán porque sólo está en catalán. El Ibsalut exige deberes cuando no cumple con los suyos más elementales cual es facilitar la información como servicio público en un Estado de derecho. En una comunidad volcada al turismo de elemental elegancia sería incluso poder leer esos folletos en otros idiomas, muchos trabajadores han venido de fuera y contribuyen con su presencia al enriquecimiento de la comunidad. En el folleto Hi col-labora: Govern de les Illes Balears, Conselleria de Salut i Consum y Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo, AMAT. Naturalmente los Derechos del paciente quedan sesgados por el simple hecho primero de no facilitar una información accesible a todos. Si se empieza mal desde el principio el final no puede ser bueno nunca.

jueves, 22 de enero de 2009

El Consejo General del Poder Judicial dice...

..."medidas de presión precipitadas" dice el CGPJ que es la convocatoria de huelga de los jueces. No les da vergüenza intentar justificar y ocultar un sistema judicial obsoleto y partidista. Un sitema judicial transicional de una dictadura. Un sistema judicial que no es un sistema es un desorden, un caos. Un sistema judicial que no funciona desde el 18 de julio de 1936. ¿Y lo defienden sin el menor pudor? Mejor así, ahora sabemos quienes son. Estos herederos franquistas defienden la continuación del régimen. Son los herederos de la transición ¿alguien puede creer hoy día que no estamos en la continuación del franquísmo? Si alguien se lo cree o es un necio o se está aprovechando junto con el sistema. ¿Quién les firmó el título que los habilitaba para ejercer la profesión? La Universidad no es una agencia de colocación. Sus diplomas han salido de la escuela de técnicos del sistema o de formación profesional de tercer grado. Ese es el problema saber distinguir entre la ley y la Justicia.
El CGPJ no lo entiende, los súbditos se conforman y los Ciudadanos nos indignamos.

jueves, 15 de enero de 2009

El mito de la transición, por Ferrán Gallego

FERRAN CASAS - BARCELONA - 17/09/2008 20:57

Ferran Gallego ha hecho un trabajo (editado por Crítica y que se presentó ayer en Madrid) prolijo en citas, datos y hemeroteca. El lector encontrará perlas como cuando el rey dijo que, visto Arias Navarro, echaba en falta a Carrero Blanco. El mito de la Transición cae con Gallego, que incide en la “ejemplaridad negativa” de que altos cargos del régimen siguieran en el poder sin recibir reproche alguno.

¿El mito impide acercarse científicamente a la Transición?

Sí, va contra la complejidad del proceso. Se resalta el consenso pero entre la muerte de Carrero y las elecciones del 77 más que consenso hay movilización, combate social y partidos ilegales. Pero eso no es lo que nos transmiten sino acuerdo, renuncia a lo individual... Lo que hubo fue un choque de trenes entre las familias del franquismo y las de la oposición.

¿La Transición acabará siendo más célebre como proceso histórico o como muestra de autocomplacencia?

No tienen por qué ser dos cosas alternativas. En la medida en que el proceso se deforma es autocomplaciente. Los franquistas no se van y eso se simplifica a partir de premisas falsas. Siempre hay visiones positivas y almibaradas. Sólo hacen un juicio negativo los laminados por la Transición, como lo que queda del PCE. Entonces, no lo hicieron y fueron más partidarios que el PSOE de las renuncias y los consensos.
"Se obvia qu"Se obvia que en Franco y no en la Constitución está la legitimidad y el origen de la monarquía"

El principal fruto político de la Transición es la Constitución. ¿Debe sorprender la forma en que algunos satanizan su reforma?

En tu afirmación hay un elemento ideológico juzgándola de principal fruto. Para mí, el principal fruto es que se consigue que la élite política del franquismo controle el proceso de reforma y que, pese a llevarlo más lejos de lo que quería, siga controlando el aparato del Estado. El bloque social que apoyó el franquismo es intocable. Ningún sector económico se ve afectado y la Iglesia mantiene privilegios. La Constitución nace acompañada de unas instituciones controladas por la élite del régimen anterior. Su postergación llega gracias a las presiones sucesivas. La Constitución no parte de cero, no viene de la ruptura sino del reformismo franquista de la UCD. La satanización viene de la pretensión de reformar el modelo de Estado. El PP entiende que rompería el sacralizado y mitificado pacto constitucional. El tema del nacionalismo es el que se resolvió peor.

¿El encaje de las naciones del Estado queda pendiente?

Sí, pero también la forma de Estado entre monarquía o república. Sólo el PSOE mantuvo la tensión republicana pero el conjunto de la izquierda aceptó presentar la República como algo viejo y la monarquía como lo moderno. La monarquía tiene su legitimidad y origen no en la Constitución sino en el franquismo. El tema se ha excluido del debate político. Lo único que le preocupa al PSOE es si Leonor podrá o no ser reina. Es un ejemplo de tema pendiente pero también está el poder de la Iglesia, la escuela privada o la memoria histórica. En ningún momento se discutió la estructura del poder económico. Lo del nacionalismo fue, además, el origen de la crisis de la UCD. Nadie quedó satisfecho y de ahí el problema.

La receta histórica de la izquierda era la autodeterminación…

Sí, se hablaba del Estado multinacional. Conceder ese derecho no sé si habría sido la solución… Hablar así son términos de laboratorio. Habría sido necesario dar más derechos a territorios con identidad nacional como ya se hizo durante la República. Pero eso no se pudo conseguir debido a la correlación de fuerzas. CiU, por ejemplo, tenía más interés en impedir la hegemonía de la izquierda en Catalunya que la autodeterminación.
"La UCD concentró el voto franquista y ganó las elecciones con los gobernadores civiles"

¿Podemos dar por acabada la Transición viendo la viveza del debate de la memoria histórica?

Es que en los setenta fue imposible. Ahora es otra cosa. Uno de los temas fundamentales de la Transición, que la historiografía oficial desdeña, fue legitimar el régimen franquista con un reconocimiento implícito. Fue el régimen el que preparó las primeras elecciones. No se estableció una continuidad con la democracia previa y llevaron la voz cantante el rey, Suárez o Martín Villa.

¿No fue entonces candidez de la izquierda sino de la correlación de fuerzas?

En la izquierda hubo errores de apreciación, como cuando el PCE reducía el franquismo a poco más que Franco y su familia. La sorpresa es cuando el franquismo tiene 10 millones de votos en el 77 a través de AP y UCD. Hay otro error de la izquierda. Cuando Suárez toma la iniciativa en el 76 con la amnistía y la reforma, la izquierda se parte e intenta consolidar su espacio.

¿El voto a UCD era franquista?

Bueno, es una pregunta provocadora. Es un voto que viene del franquismo. La UCD se apoyó en una gran cantidad de españoles que querían sólo la reforma. Suárez controlaba el aparato del Movimiento, sólo hay que ver las listas del partido en el 77. La suerte de UCD es que a su derecha tiene AP, que sólo contempla el aperturismo. El PSOE afirmó con razón que el peligro franquista estaba en UCD, que ganó con los gobernadores civiles.

¿Sorprende que la izquierda enarbole con tanta o más pasión que la derecha las banderas de Suárez o la monarquía?

No en la medida en que el compromiso con el pacto de la Transición lo incluye. El partido que ha gobernado más, el PSOE, difícilmente puede renegar. En el momento clave del proceso se hizo un pacto de élites.

¿Hay que anotar algo en el haber de la izquierda?

La crisis del franquismo y los inicios de la Transición. Nunca hubo determinación de los franquistas (aperturistas o no) para dar paso a la democracia. Suárez dijo que teníamos un estado de derecho y que para qué queríamos otro. La izquierda quiso la ruptura pero forzó la reforma. Entre 1973 y 1976 los del régimen que después harían la Transición no querían una nueva Constitución.
"El golpe militar se usó como coartada pero lo cierto es que cuando se intentó, fracaso"

Las renuncias se vinculan al ‘ruido de sables’…

Carrillo propuso al PCE aceptar al rey y la bandera apelando a la involución militar. Existe como coartada pero lo único cierto es que cuando se intentó, la involución fracasó porque ni los sectores del franquismo la querían. A partir del 81 se toman medidas como la LOAPA para evitar ir demasiado lejos. Había miedo de que más sectores que en el 23-F se sumaran al golpismo.

¿El mito de la Transición se usa con carácter involutivo?

Sí, por ejemplo cuando se lamenta que se rompa el espíritu de la Transición con medidas como la ley del aborto. En política el consenso no es lo normal. Lo es el conflicto entre opciones y de ahí la democracia. No hay un pacto que nos ate a la Constitución, que fue producto del momento.

Rabino de Venecia acusa al Papa de cancelar 50 años de diálogo judío-católico

Rabino de Venecia acusa al Papa de cancelar 50 años de diálogo judío-católico

Las relaciones entre los judíos y la Iglesia Católica volvieron a sufrir hoy un nuevo contratiempo tras las afirmaciones del rabino de Venecia (Italia), Elia Enrico Richetti, que dijo que con Benedicto XVI la Iglesia está cancelando los últimos 50 años de historia del diálogo entre judíos y católicos.

Richetti hizo esas acusaciones contra el Papa en una nota enviada a la revista mensual de los jesuitas italianos 'Popoli', en la que explica los motivos por los que los judíos no participarán en la tradicional Jornada sobre el Hebraismo, convocada por la Iglesia Italia para el próximo 17 de enero.

El rabino de Venecia criticó la decisión de Benedicto XVI de recuperar el misal de antes del Concilio Vaticano que incluye la famosa plegaria del Viernes Santo de los católicos para la conversión de los judíos.

El rabino manifestó en su nota que las justificaciones dadas por el Vaticano no son suficientes y que por ello es 'lógica' la interrupción de la colaboración entre los judíos italianos y la iglesia católica local.

Tras conocer las declaraciones de Richetti, el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, afirmó hoy que el diálogo judío-cristiano es 'un proceso difícil y necesario, que hay que mantener, a pesar de las dificultades'.

El pasado 18 de noviembre, el rabino Giuseppe Laras, presidente de la Asamblea Rabínica Italiana, anunció que los judíos italianos no celebrarán con los católicos, el próximo 17 de enero, la 'Jornada del Hebraismo' porque aún no hay un acuerdo 'satisfactorio' sobre la plegaria que los católicos rezan el Viernes Santo siguiendo el ritual preconciliar.

La polémica sobre la plegaria por los judíos del Viernes Santo se desató después de que en julio de 2007 el Papa Benedicto XVI liberalizara la celebración de la misa en latín, según el rito existente antes del Concilio Vaticano II.

En ese misal, el 'Missale Romanum', se calificaba a los judíos de 'pérfidos' y se incluía la conocida como 'plegaría del Viernes Santo' en la que los católicos pedían que los judíos se convirtieran al cristianismo.

En esa oración se rogaba a Dios para que eliminara 'la ceguera de este pueblo, para que, reconocida la verdad de tu luz, que es el Cristo, salga de las tinieblas'.

Aunque Juan XXIII eliminó de aquel misal la expresión 'pérfidos', se mantuvo la plegaria del Viernes Santo.

Tras entrar en vigor el nuevo misal surgido del Concilio Vaticano II en 1969, se dejaron de utilizar el viejo texto y la plegaria, pero al rehabilitarlo en 2007 Benedicto XVI la comunidad judía expresó su malestar por el retorno de un rezo que daban ya por desaparecido.

Según la Unión de las Comunidades Judías italianas, se ponía en peligro el ya difícil diálogo entre religiones y se favorecían los antiguos prejuicios antijudíos.

Ante la polémica desatada, el 5 de febrero de este año, Benedicto XVI dispuso que la plegaria del Viernes Santo, que se reza en latín, fuera cambiada y eliminó la frase en la que se pedía por la conversión del pueblo judío.

Aunque en el texto sólo se dice ahora 'recemos por los judíos', éstos, al menos a los italianos, siguen en desacuerdo.



Terra Actualidad - EFE

De Europalaica.com

Siempre negativa, nunca positiva
Fernando Savater

(publicado en El País, 16-10-08)

A mediados del pasado año, en la revista Esprit, un especialista en el tema comentaba que "las personas que hoy se identifican como religiosas son menos creyentes que antes y los sin religión son menos ateos que antaño". Es muy probable que este diagnóstico sea globalmente certero, aunque a mí –por deformación ideológica, sin duda– lo que más me llama la atención sea su segunda parte. En efecto, ya no quedan ateos como los de antes o "increyentes", como se denomina a sí mismo Francisco Fernández Buey en un curioso artículo escrito junto al teólogo González Faus (¿Dios en Barajas?, El País, 11-IX-08). En esa pieza escatológica se lamenta que los ideales ilustrados hayan desembocado en el relativismo posmoderno, dictamen papal ya conocido, y se recuerda que antaño, cuando se suponía que la muerte era paso a una vida mejor, accidentes trágicos como el de Spanair en Barajas causaban menos desolación. Supongo que por eso aún sigue siendo recomendable persignarse cuando el avión comienza a correr por la pista de despegue: por si fallan los alerones y hay que alcanzar el cielo por vía estrictamente sobrenatural...

Entre los nuevos increyentes (por no hablar de los creyentes "cultos") la excepcional estatura intelectual de Benedicto XVI se ha convertido en un acrisolado dogma de fe. Su reciente visita oficial a Francia ha provocado rendidos ejercicios de admiración. El ex director de Le Monde, Jean-Marie Colombani, en su artículo La inteligencia política del Papa (El País, 16-IX-08) no sólo elogia su habilidad diplomática –que después de todo responde a una larga tradición vaticana– sino que le proclama "un intelectual de altura que disertó sobre la diferencia entre la teología monástica y la teología escolástica ante un auditorio de personalidades del mundo intelectual y cultural reunidas en París, muchas de las cuales fueron incapaces de seguirle". Hombre, francamente, dado que estamos, si no me equivoco, en el siglo XXI, cierta incapacidad para seguir con interés y aplicación disquisiciones como la mencionada puede no demostrar inferioridad especulativa sino salud mental. Por lo demás el resto de las afirmaciones papales en su jornada galicana, sosteniendo que "la búsqueda de Dios y la disponibilidad para escucharle sigue siendo aún hoy el fundamento de toda verdadera cultura" y que "una cultura meramente positivista (...) sería la capitulación de la razón, la renuncia a sus posibilidades más elevadas y consiguientemente una ruina del humanismo, cuyas consecuencias no podrían ser más graves" no pasan de ser proclamas obligadas y conocidas de su oficio, aliñadas de vez en cuando sin duda con cierta pedantería parroquial. De igual modo, y a mi entender, con mejor fundamento otros pueden afirmar que la renuncia al soborno celestial es el comienzo del verdadero pensamiento moderno y que los humanistas recibieron su nombre precisamente cuando dejaron de ocuparse de la teología. Por no hablar de posteriores afirmaciones papales como las hechas en el sínodo de obispos sobre que las "naciones antes ricas en fe van perdiendo su identidad por culpa de la influencia nociva y destructiva de la cultura moderna", o, respondiendo a la crisis económica, que "el dinero aparece y desaparece, pero Dios permanece" (supongo que por eso se muestra remiso a aparecer). Sin quitarle méritos a Benedicto XVI, en mi escala intelectual lo tengo decididamente más abajo que a Nietzsche, Freud, Bertrand Russell o Sartre, que mantenían sobre casi todo criterios diferentes a los suyos.

Sin embargo, para los laicos –creyentes o "increyentes", tanto da– el verdadero problema no es el papa Ratzinger, que dice y hace aquello para lo que fue elegido, sino el presidente Sarkozy. Hace tiempo leí a un historiador que, hablando de los primeros cristianos, decía: "Esperaban la llegada inminente del Mesías y llegó la Iglesia". Parafraseándole podríamos ahora afirmar que los partidarios del laicismo esperábamos desde mediados del pasado siglo la llegada de la auténtica libertad de conciencia institucional y lo que parece venir es la laicidad positiva. Aunque ese centauro ideológico no sea un invento del presidente francés, el bullicioso mandatario parece haberlo tomado en adopción. "Prescindir de las religiones es una locura, un ataque contra la cultura", dijo ante el Papa, que asentía con la cabeza (y quizá sonreía para sus adentros, aunque menos que Carla Bruni). Pero... ¿qué es la "laicidad positiva"? Pues aquella fórmula institucional que respeta la libertad de creer o no creer (en dogmas religiosos, claro) porque ya no hay más remedio, pero considera que las creencias religiosas no sólo no son dañinas sino beneficiosas social y sobre todo moralmente. "La búsqueda de espiritualidad no es un peligro para la democracia", asegura triunfal Sarkozy. ¡Claro que no! Pero ¿quién le ha dicho que la espiritualidad hay que buscarla prioritariamente en la fe o la religión? Más aún: ¿quién le ha ocultado que la crítica de los dogmas y la denuncia de las iglesias proviene de quienes buscaron –y buscan– realmente una espiritualidad que no se pare en barras... ni en reclinatorios?

Entre otros se lo recuerda Jean Baubérot, que es profesor emérito de historia y sociología de la laicidad en la Escuela Práctica de Altos Estudios (no, no es ateo sino protestante), en un libro interesante y divertido: La laicidad explicada al Sr. Sarkozy... y a quienes le escriben los discursos (ed. Albin Michel). Para Baubérot, la llamada "laicidad positiva" no es sino una forma de neoclericalismo, confesional pero no confeso. Y eso porque un Estado realmente laico no sólo no puede dejarse contaminar por ninguna religión, ni privilegiar ninguna de las existentes sobre las demás, sino que tampoco puede declarar preferible tener una religión a no tenerla. El lema que hoy trata de imponerse es: "crea en lo que quiera, pero tenga religión; siempre es mejor tener una religión que carecer de ella; a quien tiene religión no le sobra nada, mientras que a quien no tiene siempre le falta algo". La tentación viene de antaño y ya fue entonces denunciada. A mediados del siglo XIX, el gran erudito y pensador liberal Wilhelm von Humboldt prevenía contra cualquier posición activa del Estado en materia religiosa, aunque no fuera más que apoyando los sentimientos religiosos en general: "siempre entraña hasta cierto punto la dirección y el encadenamiento de la libertad individual". Tomo la cita de la imprescindible obra Difícil tolerancia (ed. Escolar y Mayo), de Yves-Charles Zarka, quien glosa así el pensamiento de Humboldt: "Toda acción del Estado en materia de religión, ya consista en dar protección a una religión determinada o a partidos religiosos o incluso a los sentimientos religiosos en general, transforma el Estado en una instancia más o menos opresiva. Evidentemente, la opresión es mayor en el caso de una religión determinada; pero incluso cuando pretende favorecer el sentimiento religioso en general, el Estado se interesa de hecho por una opinión determinada y se propone como meta asegurar la primacía de la creencia en Dios contra la incredulidad o el ateísmo".

La laicidad (que en buen castellano se llama laicismo) no necesita apellidos que la desvirtúen: "laicidad positiva" pertenece a la misma escuela que "sindicatos verticales" o "democracia orgánica". Pero su funcionamiento es siempre efectivamente negativo, porque rechaza cualquier injerencia de lo público en las creencias inverificables de cada cual... y de las creencias en las funciones públicas. Funciona en ambos sentidos: por ejemplo, el titular de El País calificando al juez Dívar de "muy religioso" nos hizo respingar a bastantes por su clericalismo, aunque fuera del convento de enfrente. Pero algo más que respingos tuvimos que dar al ver al cardenal Rouco en la inauguración del año judicial o saber que sigue habiendo en el Ejército generales que son a la vez obispos... Lo único positivamente claro sobre la laicidad de nuestra democracia es su insuficiencia.

Fernando Savater es catedrático de Filosofía de la Universidad Complutense.
El País, 16-10-08

martes, 13 de enero de 2009

Noam Chomsky en rebelion.org

16-11-2008

Entrevista a Noam Chomsky
"El capitalismo no puede terminar porque nunca comenzó"

Simone Bruno
Alai-amlatina


De cara al debate que hoy se da sobre la crisis actual, quisimos conocer la lectura que de ella hace una de las voces estadounidenses más relevantes en el análisis y la crítica de su país y del mundo, Noam Chomsky. Esto fue lo que nos dijo.

- Quisiera que hablemos sobre la crisis actual. ¿Cómo explicar que mucha gente la vio llegar, pero quienes están a cargo de los gobiernos y de las economías no estaban preparados?

Las bases para la crisis son predecibles. Un factor constitutivo de la liberalización financiera es que habrá crisis frecuentes y profundas. De hecho, desde que la liberalización financiera fue instituida hace cerca de treinta y cinco años, se ha establecido una tendencia a incrementar la regularidad de las crisis, y crisis cada vez más profundas. Las razones son intrínsecas y entendidas: tienen que ver fundamentalmente con las bien conocidas ineficiencias de los mercados. Así, por ejemplo, si usted y yo hacemos una transacción, digamos que me vende un coche, podemos hacer un buen negocio para nosotros mismos, pero no consideramos el efecto sobre otros. Si le compro un coche, aumenta el uso de la gasolina, aumenta la contaminación, aumenta la congestión, etcétera. Pero no contamos esos efectos. Esto es lo que los economistas llaman externalidades, y no se cuentan en los cálculos del mercado. Estas externalidades pueden ser enormes. En el caso de las instituciones financieras, son particularmente grandes. La tarea de una institución financiera es tomar riesgos. Si es una institución financiera bien manejada, digamos Goldman Sachs, considerará los riesgos para sí misma, pero la frase crucial aquí es para sí misma. No considera los riesgos sistémicos, los riesgos para el conjunto del sistema, si Goldman Sachs tiene una pérdida substancial. Y lo que eso significa es que esos riesgos son subvalorados. Se toman más riesgos de los que deberían tomarse en un sistema eficiente que toma en cuenta todas las implicaciones. Es más, esta fijación errónea de precios se integra simplemente como parte del sistema del mercado y de la liberalización de las finanzas.

Como consecuencia de la subvaloración de los riesgos, éstos llegan a ser más frecuentes, y,cuando hay fracasos, los costos son más altos que lo considerado. Las crisis llegan a ser más frecuentes, al tiempo que suben en escala a medida que el alcance y la gama de transacciones financieras aumentan. Por supuesto, todo esto se amplifica aún más por el fanatismo de los fundamentalistas del mercado que desmontaron el aparato regulador y permitieron la creación de instrumentos financieros exóticos y opacos. Es una clase de fundamentalismo irracional porque queda claro que el debilitamiento de mecanismos regulatorios en un sistema de mercado incorpora un riesgo de crisis desastrosa. Se trata de actos sin sentido, salvo para el interés a corto plazo de los amos de la economía y de la sociedad. Las corporaciones financieras pueden, y lo han logrado, cosechar enormes ganancias a corto plazo al emprender acciones extremadamente aventuradas, incluyendo especialmente la desregulación, que hacen daño a la economía general, mas no a ellas, por lo menos en el corto plazo que es lo que orienta la planificación. No se podía predecir el momento exacto de una crisis severa, ni se podía predecir el alcance exacto de la crisis, pero que una ven-dría era obvio. De hecho, se han registrado crisis serias y repetidas durante este período de desregulación creciente. Solo que hasta ahora no habían golpeado tan duramente en el centro de la riqueza y del poder, sino que han golpeado sobre todo en el tercer mundo. Veamos el caso de los Estados Unidos. Es un país rico, pero para una mayoría substancial de la población, los últimos treinta años probablemente figuren entre los peores de la historia económica norteamericana. No ha habido crisis masivas, guerras grandes, depre- siones, etc. Sin embargo, los salarios reales han estado prácticamente estancados para la mayoría durante treinta años. Para la economía internacional, el efecto de la liberalización financiera ha sido bastante dañino. Se podía leer en la prensa que los treinta años pasados, los del neoliberalismo, han mostrado el mayor descenso de la pobreza en la historia del mundo, un enorme crecimiento, etc., y tiene algo de cierto, pero lo que falta decir es que el descenso de la pobreza y el crecimiento han ocurrido en países que hicieron caso omiso de las reglas neoliberales. Los países que observaron las reglas neoliberales han su- frido gravemente. Es así que hubo un gran crecimiento en Asia del Este, pero no hicieron caso de las reglas. En América Latina, donde observaron las reglas rigurosamente, fue un desastre.

- José Stiglitz escribió recientemente en un artículo que esta última crisis marca el fin del neoliberalismo; y Chávez en una rueda de prensa dijo que la crisis podría ser el final del capitalismo. ¿Cuál cree que es más cercano a la verdad?

Primero, debemos tener claro que el capitalismo no puede terminar, porque nunca comenzó. El sistema en el que vivimos debe llamarse capitalismo de Estado, no simplemente capitalismo. En el caso de Estados Unidos, la economía se apoya muy fuertemente en el sector estatal. Por el momento, hay mucha angustia sobre la socialización de la economía, pero eso es solo una broma pesada. La economía avanzada, la alta tecnología y similares siempre han dependido ampliamente del sector dinámico de la economía estatal. Es el caso de la informática, la Internet, los aviones, la biotecnología, casi todo lo que está a la vista. El MIT (Massachusetts Institute of Technology), de donde le estoy hablando, es una especie de embudo, en la cual el público vierte el dinero y de allí sale la tecnología del futuro, que será entregada al poder privado para que saque las ganancias. Entonces tenemos un sistema de socialización de los costos y riesgos y privatización del beneficio. Y eso no solo en el sistema financiero, sino en toda la economía avanzada.

De modo que, para el sistema financiero, probablemente el resultado será más o menos como lo describe Stiglitz. Es el final de una cierta era de la liberalización financiera conducida por el fundamentalismo de mercado. El Wall Street Journal lamenta que Wall Street como la hemos conocido ha desaparecido con el derrumbe de la banca de inversión. Y se darán algunos pasos hacia la regulación. Eso es cierto. No obstante, las propuestas que se están formulando, por extensas y severas que sean, no cambian la estructura de las instituciones básicas subyacentes. No hay ninguna amenaza al capitalismo de Estado. Sus instituciones fundamentales seguirán siendo las mismas, quizás incluso sin remezones. Pueden reacomodarse de varias maneras, algunos conglomerados podrían absorber otros, algunos incluso podrían ser semi-nacionalizados tibiamente, sin que ello afecte mayormente la monopolización privada de la toma de decisiones. No obstante, como van las cosas, las relaciones de propiedad y la distribución de poder y riqueza no cambiarán significativamente; si bien la era del neoliberalismo, vigente desde hace unos treinta y cinco años, seguramente será modificada de manera significativa. Sea dicho de paso, nadie sabe qué tan grave se volverá esta crisis. Cada día trae nuevas sorpresas. Algunos economistas están prediciendo una verdadera catástrofe. Otros piensan que puede ser remendada con un trastorno modesto y una recesión, que probablemente será peor en Europa que en EE.UU. Pero nadie sabe.

- ¿Ud. piensa que veremos algo parecido a la depresión, con la gente sin trabajo haciendo largas filas para conseguir alimentos,en EE.UU. y Europa? ¿Y de ser así, veremos una gran guerra para reponer a las economías en pie, o una terapia de shock, o si no qué?

No creo que la situación sea comparable con el período de la gran depresión, aunque hay algunas semejanzas con esa época. Los años ‘20 eran también un período de especulación salvaje y de una enorme expansión del crédito y de los préstamos, con la creación de una enorme concentración de riqueza en un sector muy pequeño de la población, y la destrucción del movimiento sindical. En esto hay semejanzas con el periodo actual. Pero también hay muchas diferencias. Existe un aparato mucho más estable de control y regulación que resultó del New Deal y aunque se ha erosionado, buena parte de él permanece intacto. Además, ya hay la comprensión de que los tipos de políticas que se veían como extremadamente radicales en el período del New Deal ahora son más o menos normales. Así, por ejemplo, en el reciente debate presidencial, John McCain, el candidato de la derecha, propuso medidas tomadas del New Deal para enfrentar la crisis de vivienda. Entonces hay la comprensión de que el gobierno debe asumir un papel importante en la gestión de la economía y de hecho tienen cincuenta años de experiencia en ella para los sectores avanzados de la economía.

Mucho de lo que se lee sobre esto es pura mitología. Por ejemplo, leemos que la creencia apasionada de Reagan en el milagro de los mercados ahora está siendo atacada, siendo que a Reagan se le ha asignado el papel del Gran Sacerdote de la fe en los mercados. De hecho, Reagan fue el presidente más proteccionista de la historia económica estadounidense de la posguerra. Él aumentó las barreras proteccionistas más que todos sus precursores juntos. Convocó al Pentágono a desarrollar proyectos para entrenar a administradores norteamericanos rezagados en métodos avanzados de producción japoneses. Operó uno de los salvamentos bancarios más grandes de la historia norteamericana, y conformó un conglomerado basado en el Estado para tratar de revitalizar la industria de semiconductores. De hecho, él creía en un gobierno poderoso, de intervención radical en la economía. Cuando digo “Reagan”, me refiero a su administración; lo qué él creyó sobre todo esto, si creyó algo, realmente no lo sabemos, y no es muy importante.

Hay mucha mitología que tenemos que desmontar, incluyendo lo que se dice del gran crecimiento y la reducción de la pobreza. En los propios EE.UU., en la medida en que sí se aplicaron las reglas neoliberales, fueron bastante dañinas para la mayoría de la población. Viendo más allá de la mitología, podemos percibir que una economía capitalista de Estado que, particularmente desde la segunda guerra mundial, ha dependido muy fuertemente del sector estatal, ahora está volviendo a depender del Estado para el manejo del sistema financiero que se derrumba.Por ahora, no hay señales de que se producirá nada parecido al desplome de 1929.

- Entonces, ¿no considera que nos encaminamos hacia un cambio en el orden mundial?

Bueno, hay cambios muy significativos en el orden mundial y esta crisis quizás contribuirá a ellos. Pero han estado en camino desde hace algún tiempo. Uno de los cambios más grandes en el orden mundial, lo estamos viendo ahora en América Latina. Se dice que es el patio trasero de EE.UU. y que desde hace tiempos EE.UU. la maneja. Pero esto está cambiando. Apenas hace algunas semanas, a mediados de septiembre, se dio una ilustración muy dramática de ello. El 15 de septiembre hubo una reunión de UNASUR, la Unión de Naciones Suramericanas, donde acudieron todos los gobiernos suramericanos, incluyendo Colombia, el favorito de EE.UU. Tuvo lugar en Santiago, Chile, otro favorito de EE.UU. La reunión salió con una declaración muy contundente en apoyo a Evo Morales de Bolivia, y en rechazo a los elementos cuasi-secesionistas en ese país, que cuentan con el apoyo de Estados Unidos. Hay una lucha muy significativa en Bolivia. Las élites se están movilizando por la autonomía y quizás la secesión, llegando a niveles fuertes de violencia, con la evidente venia de EE.UU. Pero las repúblicas suramericanas asumieron una postura firme, en apoyo al gobierno democrático. La declaración fue leída por la presidenta Bachelet de Chile, una favorita de Occidente. Evo Morales respondió agradeciendo a los presidentes por su respaldo, a la vez que señaló, correctamente, que ésta era la primera vez en 500 años que América Latina había tomado su destino en sus propias manos, sin la interferencia de Europa ni, sobre todo, de EE.UU. Ése es un símbolo de un cambio muy significativo que está en curso, a veces llamado la marea rosada. Fue tan importante que la prensa estadounidense no lo reportó. Hay una oración aquí y allí en la prensa que anota que algo sucedió, pero suprimen totalmente el contenido y la importancia de lo que sucedió.

Esto es parte de un proceso a largo plazo, en el cual Suramérica está comenzando a superar sus enormes problemas internos y también su subordinación a Occidente, principalmente a los Estados Unidos. Suramérica también está diversificando sus relaciones con el mundo. Brasil tiene relaciones cada vez mayores con Sudáfrica e India, y particularmente China, que está cada vez más involucrada con inversiones e intercambios con los países latinoamericanos. Son procesos extremadamente importantes, que ahora están comenzando a llegar también a América Central. Honduras, por ejemplo, es la clásica república bananera. Fue el campamento base para las guerras del terror de Reagan perpetradas en la región y se ha subordinado totalmente a EE.UU. Pero Honduras se sumó recientemente al ALBA, la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América, basada en Venezuela. Es un pequeño paso, pero no deja de ser muy significativo.

- ¿Ud. piensa que estas tendencias en Suramérica, como ALBA, UNASUR y los grandes acontecimientos en Venezuela y Bolivia y otros países, pudieran ser afectados por una crisis económica de la dimensión que ahora estamos enfrentando?

Bueno, serán afectados por la crisis, pero por el momento, no tanto como Europa y EE.UU. Si se mira la bolsa en Brasil, se derrumbó muy rápidamente, pero los bancos brasileños no están en quiebra. Asimismo, en Asia, las bolsas están declinando agudamente, pero los gobiernos no están tomando el control de los bancos, como sucede en Inglaterra y EE.UU. y buena parte de Europa. Estas regiones, Suramérica y Asia, de alguna manera se han aislado de las calamidades de los mercados financieros. Lo que desató la crisis actual fueron los préstamos subprime para activos construidos sobre arena, y éstos, claro, están en manos de estadounidenses, aunque al parecer, la mitad está en bancos europeos. El hecho de poseer activos tóxicos basados en hipotecas les ha involucrado muy rápidamente en estos acontecimientos -y además tienen sus propias crisis de la vivienda, particularmente Gran Bretaña y España-. Asia y América Latina han sido mucho menos expuestas, por haber mantenido estrategias de crédito mucho más cautelosas, particularmente desde el descalabro neoliberal de 1997-8. De hecho, un gran banco japonés, Mitsubishi UFG, acaba de comprar una parte substancial de Morgan Stanley, en EE.UU. Entonces no parece, hasta ahora, que ni Asia ni América Latina estarán afectadas tan gravemente como EE.UU. y Europa.

- ¿Piensa que habrá una gran diferencia entre Obama y McCain como presidente para asuntos como el Tratado de Libre Comercio y el Plan Colombia? Porque en Colombia, donde vivo, se puede sentir que el presidente y el establecimiento están algo asustados frente a una elección de Obama. Sé que usted tiene la sensación que Obama es como una hoja en blanco; ¿pero piensa que habrá una diferencia?

En efecto, Obama se ha presentado más o menos como una hoja en blanco. Pero no hay motivo para que el establecimiento colombiano se asuste de su elección. El Plan Colombia es política de Clinton y hay muchas razones de suponer que Obama será otro Clinton. Él es bastante impreciso, a propósito. Pero cuando explicita políticas, se parecen mucho a políticas centristas, como Clinton, que modeló el plan Colombia y militarizó el conflicto, etc.

- Tengo a veces la sensación que los dos periodos de Bush se dieron en un contexto de cambio del orden mundial, tratando de mantener el poder con el uso de la fuerza, y que en cambio Obama podría representar la cara buena para renegociar el orden mundial. ¿Qué opina?

Recuerde que el espectro político en EE.UU. es bastante estrecho. Es una sociedad manejada por las empresas, básicamente, es un Estado de partido único, con dos facciones, demócratas y republicanos. Las facciones tienen algunas diferencias, y éstas a veces son significativas. Pero el espectro es bastante estrecho. La administración Bush, sin embargo, se situaba bastante más allá del final del espectro, con nacionalistas radicales extremos, creyentes extremos en el poder del Estado, en la violencia en el exterior, en un alto gasto gubernamental. De hecho estaban tan fuera del espectro que han sido criticados ásperamente incluso por parte del mainstream, desde los primeros tiempos.

Quienquiera que asuma el mandato, es probable que vaya a desplazar el tablero más hacia el centro del espectro, Obama quizás en mayor medida. Entonces contaría que en el caso de Obama, habrá algo así como un renacimiento de los años de Clinton, adaptado por supuesto a las circunstancias cambiantes. En el caso de McCain, sin embargo, es bastante difícil de predecir. Él es temerario. Nadie sabe lo que haría...

- Ahora que estamos llegando al fin de la globalización neoliberal, ¿existe la posibilidad de algo realmente nuevo, una globalización buena?

Pienso que las perspectivas están mucho mejor de lo que han estado antes. El poder está todavía extraordinariamente concentrado, pero hay cambios, a medida que la economía internacional se hace más diversa y compleja. El Sur se vuelve más independiente. Pero si se mira a EE.UU., aún con todo el daño que Bush ha hecho, sigue siendo la economía homogénea más grande, con el mercado interno más grande, la fuerza militar más fuerte y tecnológicamente más avanzada, con gastos anuales comparables a los del resto del mundo combinados, y con un archipiélago de bases militares a través del mundo. Éstas son fuentes de continuidad, aun cuando el orden neoliberal se está erosionando tanto dentro de EE.UU., como en Europa e internacionalmente, a medida que crece la oposición a dicho orden. Entonces, hay oportunidades para un cambio real, pero hasta donde llegarán depende de la gente, de lo que estemos dispuestos a emprender.


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lunes, 12 de enero de 2009

LA CIENCIA EN LA CALLE

de Tercera Cultura


La ciencia en la calle

Por 3.0 día 9 Enero, 2009
LETRAS LIBRES: La ciencia en la calle
por Ramón González Férriz y Diego Salazar
El humanismo de hoy cojea ostensiblemente al despreciar la ciencia. Ha habido ilustres llamadas de atención contra esa tara, nunca del todo atendidas. González Férriz y Salazar señalan un nuevo y loable esfuerzo español por paliar esa ignorancia: Cultura 3.0.

En el prólogo a la muy reciente reedición deLa traición de los intelectuales, de 1927, de Julien Benda (Galaxia Gutenberg), Fernando Savater afirma que “quizá la mayor de las paradojas del paradójico siglo XX es ésta: nunca ha habido una época en la historia humana en la que alcanzase mayor desarrollo la habilidad para fabricar instrumentos y el conocimiento de la estructura íntima de lo real en todos los campos. O sea, nunca se dio mayor esplendor técnico y científico. Pero tampoco hubo nunca tantos movimientos ideológicos fundados (o mejor, desfondados) en lo irracional, dogmático o inverificable; sobre todo, jamás se dio tal abundancia de partidarios del arrebato intuitivo o la certeza sanguínea entre la élite de servidores de las altas funciones espirituales.” En palabras del propio Benda, “los hombres cuya función es defender valores eternos y desinteresados como la justicia y la razón, y a los que denomino intelectuales, han traicionado esa función en pro de intereses prácticos”, que casi siempre se traducen en la conversión del intelectual en un mero ideólogo que aspira a un espacio de poder.
En un sentido parecido, en 1959, C. P. Snow publicó The Two Cultures and the Scientific Revolution, una denuncia del inmenso abismo que separaba a las “dos culturas” de las sociedades modernas: la ciencia y las humanidades. En los años treinta, decía, los intelectuales literarios habían decidido, “mientras nadie miraba”, que ellos eran los intelectuales, quienes debían monopolizar el debate público en detrimento de los científicos, aunque ello acarreara una confirmación de la deriva irracionalista que Benda había advertido más o menos por aquel entonces: la propensión a convertir la vida intelectual en una actividad cada vez más ajena a la realidad material del mundo, más ensimismada y más sometida a intereses que se interponen en la búsqueda de la verdad.
Siguiendo la estela de Snow -y probablemente tratando de reparar la traiciónde la que hablaba Benda-, John Brockman fundó en 1988 la Edge Foundation (www.edge.org), una organización que pretende reintegrar, bajo la idea de una “Tercera cultura”, los discursos científico y humanista y contribuir a que la ciencia tenga un papel clave en la discusión de los asuntos públicos. “La tercera cultura la forman científicos y otros pensadores empíricos que, a través de su trabajo y su escritura, están tomando el lugar de los intelectuales tradicionales en la tarea de sacar a la luz los significados profundos de nuestras vidas, redefiniendo quién y qué somos -afirma Brockman en un texto de presentación de Edge. A lo largo de la historia, la vida intelectual se ha caracterizado por el hecho de que sólo un reducido número de personas se ha encargado del pensamiento serio por todos los demás. Estamos siendo testigos de cómo un grupo de pensadores, los intelectuales literarios tradicionales, le pasan la antorcha a un nuevo grupo, los intelectuales de la emergente tercera cultura”.
Inspirados por una visión de las cosas semejante, en noviembre del año pasado un grupo de intelectuales, periodistas y científicos españoles presentó Cultura 3.0, “un proyecto que nace del deseo de establecer un movimiento en España basado en una nueva manera de percibir la cultura, a través de la ciencia y el método científico, y de promoverla como un vehículo para el desarrollo del juicio crítico”, según cuenta Vicente Carbona, uno de sus promotores y miembro del consejo de redacción de la página web de la iniciativa, www.terceracultura.net. “Estamos convencidos de que esta iniciativa debe ser un movimiento hacia una cultura realmente ‘popular’, que no requiere intermediarios, místicos o intelectuales, sino que posibilita a cualquier ser humano a responder por sí mismo a las grandes preguntas de siempre. Nuestras intenciones son pragmáticas, y queremos escuchar las voces de expertos y científicos españoles y extranjeros que normalmente tienen muy poco espacio mediático en nuestra sociedad”.
Con todo, el proyecto parece peculiarmente complicado en España, un país con una larguísma tradición de intelectuales literarios no sólo ajenos a la ciencia, sino en muchos casos refractarios al racionalismo y el secularismo, y donde el debate público está participado sobre todo por escritores de formación humanista que ejercen de líderes de opinión en asuntos que conocen superficialmente. “El mundo intelectual no ha despreciado la ciencia -opina Arcadi Espada, uno de los impulsores de Cultura 3.0-. Lo ha hecho esa mezcla de religión y poesía que conocemos por cultura española, y que se desencadena después de Cervantes (el último hombre de ciencia español), con las excepciones de nuestro despreciado siglo XVIII y parte del periodismo de la primera mitad del siglo XX. El desprecio a la ciencia es por otra parte el desprecio a la verdad, característico de un país dominado por una dictadura de medio siglo y durante otro medio siglo más (aún nos quedan unos añitos) por oposición a la dictadura.” El caso de Espada es peculiar en España, pues es uno de esos pocos “intelectuales de la emergente tercera cultura” que, pese a compartir buena parte de la educación intelectual y política de los hombres de letras de su generación, cada vez ha ido prestando más atención a los asuntos científicos. “Creo que me llevó a eso el hartazgo de la cultura literaria y el enorme volumen de clichés que maneja. También la evidencia de que en mis lares la filosofía de los periódicos (la única importante) nunca ha sido más que un género (y muy menor) de la ficción literaria. Por último, creo que mi indagación acerca del discurso periodístico ha sido clave para buscar respuestas a este drama fuera de donde cabría encontrarlas.”
Cultura 3.0 pretende devolver la ciencia al centro de la discusión o, en palabras de Espada, “incorporar la ciencia a la toma de decisiones”. Lo cual implica necesariamente revisar el papel de cuestiones como la religión o los nacionalismos en la agenda pública: “Creemos que es absolutamente necesario abordar cuestiones de interés social basándose en la ciencia -dice Carbona-. Nos parece muy importante considerar asuntos sociales desde un punto de vista empírico, con el diligente escrutinio de cualquier hipótesis, pero libres de elementos supernaturales, sobre todo cuando estos actúan como bloqueos y dogmas”. La Declaración de Aranjuez, postulada por algunos de los miembros del proyecto como Eduardo Robredo, miembro también del consejo de redacción de www.terceracultura.net y autor del blog “La revolución naturalista”, afirma: “Necesitamos cuestionar los nuevos colectivismos formados en el nombre de la ‘cultura’, la política o la religión que exigen nuevos sacrificios o disculpan los existentes. Necesitamos rescatar la razón de su autodesprecio posmoderno. Necesitamos liberar el proyecto de la Ilustración de la humillación teocrática. Necesitamos amotinarnos contra la justificación de los crímenes sagrados, afirmando la libertad de crítica y la libertad de cambiar de religión o de creencia e incluso el derecho a no profesar religión alguna.”
Ya escribía Benda en 1927: “En primer lugar, los intelectuales adoptan pasiones políticas. Nadie objetará que hoy, por toda Europa, la inmensa mayoría de los hombres de letras, los artistas, un número considerable de filósofos, de ‘ministros de lo divino’ asumen la parte que les corresponde en el coro de los odios raciales, de las facciones políticas; aun menos se negará que adoptan pasiones nacionales”. Y algo semejante -aunque felizmente más pacífico- se podría decir de la vida intelectual de hoy en día. Para librarse de esta lacra, Cultura 3.0 se propone generar “un bloque de opinión, un diálogo entre las ciencias y las humanidades lo más libre posible de ideologías”, en palabras de Carbona. Y ello requiere una exhaustiva tarea de divulgación y promoción que, en primer lugar, debe comprender muy bien el funcionamiento de la comunicación en nuestros tiempos, pero también redefinir el papel del intelectual, no tanto como un ser político sino sobre todo como propagador: “El papel de los intelectuales incluye la comunicación -afirma Brockmann-. No sólo son personas que saben cosas, sino que conforman los pensamientos de su generación. Un intelectual es un sintetizador, un publicista, un comunicador.”
En esa vía, Carbona concluye: “Vamos a ver cuál es nuestra pericia, cuáles son nuestros medios y oportunidades, pero la intención de Cultura 3.0 es impulsar todo tipo de actos que valoren lo que podríamos llamar pensamiento crítico y el tipo de naturalismo positivo y abierto que defendemos”. Y Espada apunta, aun más enfático: “Me gustaría que este proyecto cambiara mi oficio de periodista. Y voy a tratar de que así sea en la medida de mis posibilidades”.

30 AÑOS AGUANTANDO A LA IGLESIA

www.europalaica.com. Teléfono: 670 55 60 11
c/ Seco, 3, escalera B, 5º, puerta 7. 28007 Madrid
Teléfono prensa: 696 93 35 57

En el XXX Aniversario de la firma de los Acuerdos entre el Estado español y la "Santa Sede"

Europa Laica exige la anulación de los Acuerdos con la Santa Sede

En el trigésimo aniversario de la firma de los Acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede, la asociación Europa Laica exige al Gobierno su anulación al considerar que otorgan privilegios inaceptables a la Iglesia Católica, incompatibles con un Estado de derecho, y que violan el principio de neutralidad y laicidad del Estado.

El 3 de enero de 2009 se han cumplido treinta años desde que se firmaron, en sede vaticana, los acuerdos sobre asuntos jurídicos, económicos, de asistencia militar en las fuerzas armadas y de enseñanza y asuntos culturales, entre el Estado Español y la Santa Sede, acuerdos que, en septiembre de 1979 y con voces discrepantes de la oposición, fueron ratificados por mayoría en el Parlamento. El documento que mayor confrontación política provocó fue el de asuntos de enseñanza y culturales, cuestión lógica si nos atenemos a las acaloradas discusiones que se produjeron, unos meses antes, con el debate de los artículos 16 y 27 de la Constitución.

El contenido de todos los acuerdos supone la concesión de una serie de privilegios a una organización religiosa, con la aplicación de sus normas morales al conjunto de la ciudadanía y a las instituciones del estado, vulnerando el mandato constitucional de que ninguna religión tendrá carácter estatal.

Estos acuerdos firmados con la Santa Sede en 1979 tienen su origen, básicamente, en los concordatos de 1753 y 1851 y, principalmente, en la base ideológica que inspiró el Concordato que Franco firmó con Pio XII en 1953.

Con el paso de los años ha quedado demostrado no sólo la ambigüedad calculada de los textos, sino que su aplicación supone una absoluta violación del principio de neutralidad y laicidad del estado que establece la Constitución española, siendo, a nuestro juicio y en aplicación de los artículos 94 y 95 de la carta magna, presuntamente nulos de pleno derecho.

Sin embargo, a lo largo de estos treinta años, estos acuerdos han supuesto una coartada ilegítima y amoral, para que instituciones públicas, en algunas ocasiones, se hayan plegado ante los postulados, intereses y dogmas de la Iglesia Católica.

El Vaticano, lugar donde se ubica la Santa Sede, es un estado-ficción, concedido por el dictador Mussolini en 1929, a través de los Pactos de Letrán, a cambio de reconocimientos y favores mutuos. Su estrategia geopolítica, dictada desde un aparato ubicado en unas cuantas hectáreas de la ciudad de Roma, se extiende doctrinalmente a través de varias miles de diócesis y otros grupos de poder instalados en todo el mundo, que alimentan una fuerza y monopolio económico y de control de las instituciones políticas a las que tratan de imponer sus dogmas y moral, en ocasiones, contrarios a las Declaración Universal de los Derechos Humanos y a principios civiles, de defensa de la salud y de la igualdad de trato.

Este territorio, donde se ubica el centro jerárquico de la Iglesia Católica, carece de ciudadanos propios y de poderes separados, pues el dictado papal es infalible, figura que singularmente es jefe de estado y líder religioso, al mismo tiempo que extiende sedes por todo el mundo; con ello se produce una situación anómala o ficción de estado en la práctica. Ello, en nuestra opinión, anula la posibilidad de llegar acuerdos de carácter jurídico “internacional”.

Son muchas las voces que, desde dentro de la propia Iglesia, incluso desde dentro de las instituciones del estado y de los partidos con representación parlamentaria, exigen el inicio de una negociación bilateral tendente a la modificación de su contenido, para clarificarlo y avanzar en cuestiones relacionadas, fundamentalmente, con la presencia institucional de la Iglesia Católica y, sobre todo, con los ámbitos de la enseñanza y de la financiación.

Pero esta tesis no solucionaría el problema de fondo que es, de una forma u otra, privilegiar a una confesión religiosa y firmar unos acuerdos con un estado ficción, que en la actualidad forma parte del cuerpo diplomático a todos los efectos, a nuestro criterio de forma ilegítima.

Por ello, y de acuerdo con los motivos anteriormente expuestos y la situación anómala que concurre en dichos acuerdos, Europa Laica entiende que no cabe su modificación y/o sustitución alguna, sino su anulación definitiva, por entender que son una afrenta para nuestro estado de derecho.

Otra cosa es que el estado y las instituciones lleguen a acuerdos puntuales, al margen de privilegios, con las diferentes iglesias
legalizadas en el ámbito del territorio español, en el mismo nivel de trato y características que se hace con otras organizaciones o entidades, siempre en el marco del respeto a las leyes vigentes comunes para todos.

Madrid, 3 de enero de 2009
Notas de prensa

jueves, 8 de enero de 2009

"Poder y religión" de Attac Madrid

Poder y religión

Conviene contemplar los conflictos aparentemente religiosos, que también nos acosan, a través de la óptica que permite descubrir dónde está en ellos la pugna por el poder


En su biografía de Descartes, Richard A. Watson alude al cardenal francés Jacques Davy du Perron, de quien el filósofo derivó, al parecer, su título nobiliario de "señor de Perron". El citado cardenal, antes de alcanzar tan alta categoría eclesiástica, en audiencia concedida por Enrique III, rey de Francia, formuló un ataque devastador contra el ateísmo y dio varias pruebas de la existencia irrefutable de Dios. Ante ello, el rey mostró honda satisfacción y le hizo saber en cuánto estimaba su elocuencia y su preparación teológica. Acto seguido, escribe Watson, "Du Perron objetó, con modestia, que no tenía importancia, y ofreció regresar al día siguiente y usar las mismas pruebas para argumentar a favor del ateísmo y demostrar que Dios no existía. Enrique se escandalizó y expulsó a Du Perron de la corte. No por largo tiempo, porque su lengua áurea era útil".
Cuando la religión vuelve a ser motivo de conflictos en vastas zonas del planeta, esta anécdota tiene validez hoy. Conviene recordar que se produjo en la segunda mitad del siglo XVI, cuando Francia se desangraba en las guerras de religión entre católicos y protestantes (ocurrió en 1583, entre la 7ª y la 8ª guerras), con su secuela de ejecuciones en la horca o en la hoguera, edictos sobre prácticas religiosas, asesinatos en masa de quienes no profesaban la propia religión, conjuras y conspiraciones sin cuento.

Si lo ocurrido en la corte francesa hubiera alcanzado difusión entre el pueblo -como lo permiten hoy los medios de comunicación-, a éste le hubiera sido más fácil conocer que, tras la fachada de una disputa sobre lo que parecían ser esenciales aspectos teológicos, lo que había en realidad era un forcejeo por el poder. No solo dentro de Francia, entre las estirpes más influyentes y ambiciosas, sino también entre las potencias de la Europa moderna, donde el Papado seguía interviniendo, aunque carente ya del ascendiente que había tenido en épocas anteriores.

Eso no habría evitado la sangre derramada en la llamada "Noche de San Bartolomé", el masivo asesinato de protestantes perpetrado once años antes del hecho narrado, pero las pasiones reinantes, azuzadas por el poder político, que se apoyaban en elementos de la teología, se hubieran atemperado y no hubiera sido tan fácil engañar al pueblo por motivos religiosos. Poco más de un siglo después bastantes ciudadanos rusos murieron a causa de la pugna entre los partidarios de santiguarse con dos o con tres dedos, en la época de las reformas europeizantes con las que el zar Pedro I el Grande quiso modernizar por la fuerza a sus rutinarios y supersticiosos súbditos.

En estos y en otros muchos casos análogos, era el ejercicio del poder lo que estaba en juego, entre grupos que perseguían intereses que poco tenían que ver con la religión, aunque para forzar los movimientos de masas en los que apoyarse fuera preciso recurrir a la manipulación de unos pueblos incultos, ciegamente entregados a sus dirigentes religiosos. Conviene, por tanto, contemplar los conflictos aparentemente religiosos, que también hoy nos acosan, a través de la óptica que permite descubrir dónde está en ellos la pugna por el poder.
Estas reflexiones son de aplicación en España, cuando la jerarquía católica viene promoviendo concentraciones públicas, casi siempre hostiles al Gobierno, con diversos pretextos religiosos, como defender su propio concepto de la familia (que no está amenazado porque se acepten también otros conceptos no coincidentes con él) o impedir que quienes desean abortar o profundizar en las investigaciones genéticas, por citar solo dos ejemplos, lo hagan libremente. Se utilizan absurdos neologismos de resonancias teológicas (como "cristofobia" o "estadolatría") para calificar lo que no es otra cosa que la simple ejecución de lo que la Constitución establece respecto a las relaciones entre Estado e Iglesia.

Esto permite deducir que en el fondo de lo que sucede existe, aquí y ahora también, una lucha por el poder. El poder perdido por la jerarquía católica española desde que fue derogada la anterior legislación del Estado, uno de cuyos principios fundamentales era: "La Nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación". Y que no puede ni desea adaptarse al texto de la Constitución de 1978: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones". Texto que, por otra parte, muchos desearían reformar, por lo que encierra de preferencia hacia una religión concreta.

Poder o religión: esta es la cuestión, podríamos concluir, parafraseando modestamente a Hamlet. La respuesta, en la mayoría de los casos, es la del título de este comentario: "poder y religión"; cada uno utilizando o intentando utilizar al otro, como la Historia sobradamente nos muestra.
* General de Artillería en la Reserva


Alberto Piris, Comité de Apoyo de ATTAC, Estrella Digital

¡Dinero para los bancos!

Ignacio Ramonet - Le Monde diplomatique
“Balas para los jóvenes, dinero para los bancos”. Este expresivo grito de ira de los amotinados de Grecia bien podría oírse, a lo largo de 2009, en otras ciudades europeas. Porque el año que empieza se va a caracterizar, como consecuencia de los despidos masivos que está causando la crisis, por un fuerte descontento social. Y éste desembocará en huelgas, manifestaciones y enfrentamientos que las elecciones europeas de junio próximo no calmarán.

martes, 6 de enero de 2009

El bus ateo empieza a recorrer el mundo

http://www.terceracultura.net/tc/?p=872

La democracia es la sociedad de los ciudadanos, y los súbditos se convierten en ciudadanos cuando les son reconocidos algunos derechos fundamentales; habrá paz estable, una paz que no tenga la guerra como alternativa, solamente cuando seamos ciudadanos no de este o aquel Estado, sino del mundo

Norberto Bobbio (1909-2004); jurista, filósofo y politólogo italiano