miércoles, 4 de febrero de 2009

LAS CLOACAS DEL VATICANO

La muerte de Juan Pablo I uno de los mayores enigmas de la Iglesia
Lunes 11 de diciembre de 2006.





Alejandra Arce / laRepublica.es

El mundo amaneció con un único titular: Juan Pablo I había muerto, la mañana del 29 de septiembre de 1978. Albino Luciani, elegido Sumo Pontífice una de las figuras más destacadas de la historia de la Iglesia en el siglo XX estuvo en el cargo 33 días y su muerte nunca ha sido aclarada por sus pares. Dejó claro que no estaba dispuesto a ser la marioneta con la que los demás esperaban contar y que la Iglesia iba ser de y para los pobres e impulsaría una limpieza de las finanzas vaticanas, así empieza uno de los mayores enigmas de la Iglesia que se refleja en el libro “La muerte del Papa”, de Luis Miguel Rocha.

Cuando se cumplió el 28 aniversario de la muerte del Papa llegué a la cita para la entrevista. Tengo que reconocer que dude del libro, porque pensé que era un libro estilo Urdaci y la muerte Juan Pablo II, Carol Wojtyla y el cónclave, mostrándolo como las siete maravillas del mundo, cosa que no es cierto. Me equivoqué lo que tenía en mis manos era absolutamente diferente. Se habla sin tapujos, con claridad y con un cúmulo de documentación del crimen del Papa. La ansiedad me desbordaba ese día del encuentro, pero mi entrevistado fue muy escueto en sus respuestas, esperaba más detalles de la muerte del Papa e incluso que me mostrará los documentos que fueron entregados a periodistas ingleses e italianos, donde todo el mundo podrá ver, leer y comprobar que fue asesinado, cuando los documentos salgan a la luz pública.

Su segundo libro “La muerte del Papa” está dedicada a Juan Pablo I (Albino Luciani, nacido el 17.10.1912 y fallecido el 29.9.1978. ¿Me puede explicar como surgió este libro?

Fui contactado por una fuente y me contó lo que ocurrió aquella noche y al mismo tiempo me dio los documentos y me relato los hechos como fue asesinado Albino Luciani, Juan Pablo I, la noche del 29 de septiembre de 1978 y todos los involucrados en la muerte.

El día de la muerte del Papa o la noche del crimen, él se reunió con los cardenales de la curia hubo una discusión. Sor Vincenza escuchó gritos. De esa reunión el Papa salió con apuntes. A la mañana siguiente, según la versión oficial, el Papa fue hallado muerto con un libro de oraciones entre sus manos. Aquellos apuntes, de contenido, jamás se encontraron. ¿Sobre este caso hay documentos en el Archivo Secreto del Vaticano? ¿Usted tuvo acceso al archivo o personas próximas a él?

Los papeles que estamos hablando nunca fueron a los archivos del Vaticano. Se los quitaron de las manos al Papa esa misma noche.

Entonces, ¿Esos documentos llegaron a sus manos?

Sí, me llegaron a mis manos y otros documentos muy peligrosos que no vamos hablar…

¿Los documentos eran de los archivos del Vaticano?

No, no… Eran documentos y papeles que el Papa tenía en la mano la noche que murió. Los archivos del Vaticano no tienen nada sobre este tema.

¿Pero, los documentos desaparecieron, porque encontraron al Papa sólo con la Biblia en la mano?

Si, es verdad. Eso lo dice el libro, los documentos desaparecieron.

En el libro en las últimas páginas hay un personaje con las iniciales J.C queda clarísimo que mató a Juan Pablo I la noche del 29 de septiembre de 1978. Además dice la página 371.- La respuesta es simple: porque sé por propia experiencia que en la vida real es eso lo que sucede. Muchas de las verdades históricas que consideramos auténticas no pasan de ser pura ficción. Las circunstancias de la muerte de Juan Pablo I son un ejemplo, y créanme no es el único caso.¿Este hombre es su informante o su garganta profunda?

Exactamente. Es la fuente que me entregó los documentos y se lo he entregado a periodistas ingleses e italianos. Van a salir a la luz pública.

Para el sector de la curia más conservadora. Era un Papa con sotana roja. Atípico, estuvo 33 días como Papa y estaba dispuesto y dejó claro su intención de retomar la esencia evangélica y de hacer que volviera a imperar en el Vaticano lo que consistía en volver a ser una Iglesia de y para los pobres. Intentó impulsar una limpieza de las finanzas vaticanas que, por aquel entonces eran responsabilidad del arzobispo norteamericano Paul Marcinkus. ¿Con estos postulados al Papa no lo querían en el Vaticano?

Una parte de la curia influenció directamente, en el grupo que participo en la muerte.

El obispo Paul Marcinkus es un personaje clave en este enigma y enemigo de Juan Pablo I. Estaba involucrado en lavado de dinero y la inversión en negocios poco ortodoxos como la pornografía. Después de la muerte del Papa Juan Pablo I. Se mantuvo en el cargo de director del Istitute per le opere di Religione, más conocido como Banco Vaticano, entre 1971 y 1990. fue encontrado muerto en su casa el día 20 de febrero de 2006.Paul Marcinkus jugo hábilmente y convenció a Juan Pablo II, para que cerrase los ojos. Cuando acabo sus funciones en el Vaticano en 1989. Volvió a su tierra, pero él sólo decidió irse nadie lo despidió, él se fue por decisión propia. Nunca se arrepintió de lo que hizo. Mi próximo libro se verá en profundidad como era Paul Marcinkus.

¿Quiénes pertenecían o cuáles eran los requisitos para entrar a la logia P2?

Para entrar tenían que tener influencia en el medio político, social, jurídico incluso policial y tener algo con lo que podía ser chantajeado… La P2 aún existe y es más secreta que nunca…

El libro dice: “La hermana Lucía de Jesús Dos Santos. Fue una de las videntes de Fátima, la que anunció los tres secretos que nuestra Señora transmitió al mundo y que la Iglesia controla férreamente, divulgando falsedades en su lugar. Ella se reunió con Albino Luciani el día 11 de julio de 1977 en el convento de Santa Teresa, en Coimbra conversaron dos horas. Durante la charla alertó al futuro Papa y dijo “ Y en cuanto a usted, Señor Patriarca, la corona de cristo y los días de cristo”. La profecía se cumplió, el reinado de Juan Pablo I fue su corona de espinas; un auténtico vía crucis nadie deseaba ayudarlo en su tarea y todos los que lo rodeaban intentaron frenar sus reformas. Los días de cristo, le profetizó la hermana Lucía, y esos fueron exactamente los días que Juan Pablo I se mantuvo con vida tras ser elegido Papa, 33 días, uno por cada uno de los años que vivió Cristo.¿ La reunión de la hermana Lucía con el Papa esta corroborada?

Los Documentos y papeles que tenía el Papa en su mesilla de noche. También estaba su diario. El Papa lo escribió en su diario, porque a él le afecto ese encuentro con la hermana Lucía y lo que le dijo ella y luego lo reflejo en su diario. Tengo su diario.

¿Por qué la Iglesia escondió los secretos de Fátima?

No la iglesia no escondió los tres secretos de Fátima. Sólo escondió el tercer secreto. Juan Pablo II en el año 2000 en Fátima transmitió, ese tercer secreto. El Vaticano transmitió que el Papa iba ser asesinado por militares refiriéndose, al atentado que él sufrió. Ese tercer secreto no fue trasmitido en su totalidad y se suprimió una frase que es “iba ser asesinado por sus propios pares”.

¿Se podría decir que la muerte de Juan pablo I es el gran enigma de la Iglesia?

Es uno de ellos. Hay muchos enigmas, de los cuales ni siquiera tenemos conocimiento.

¿Primero dijeron que murió de un ataque al corazón?

El comunicado oficial fue un ataque al corazón. La sospecha era que el había sido envenenado. No fue envenenado. La idea era envenenarlo, pero no fue necesario, porque el Papa estaba esperando al asesino. El Papa hizo una interpretación del tercer secreto de Fátima para él.

¿Después de escribir este libro se puede decir que la prensa intuía un misterio en la muerte del Papa?

Sí, porque los comunicados del Vaticano fueron contradictorios. Al día siguiente, dijeron que el secretario del Papa fue quien encontró el cuerpo, a las cinco y media de la mañana y que él estaba leyendo el libro Imitación de Cristo, pero mientras tanto algunos periodistas ya habían hablado con sor Vincenza, asistenta personal Papa y muy vinculada con él. Después hubo, un segundo comunicado desmintiendo al anterior, para decir efectivamente quien lo encontró fue sor Vincenza una hora antes, a las cuatro y media, ¿ por qué paso esto?, de alguna forma el Vaticano considero que una monja fuera la primera que entraba en contacto por la mañana, podría dar lugar a interpretaciones y por eso ocultaron esa realidad. Pero fue sor Vincenza quien lo encontró muerto.

¿Qué pasó con la asistenta personal del Papa sor Vincenza?

La hicieron callar. Tuvo que hacer voto de silencio y nunca pudo hablar con nadie.

¿Lo que se dijo, en ese tiempo en los periódicos usted aporta más investigación?

Voy mucho más lejos e incluso hasta el final del camino, de lo que paso realmente

¿Toda su investigación se aproxima a la verdad?

Si, todo es verdad. Excepto la parte de ficción de 2006 de Sarah Monteiro que no existe y de Rafael tampoco existe. En el futuro se publicaran esos documentos y todo el mundo podrá ver y leer y comprobar que fue asesinado…

Se cumplió el 28 aniversario de la muerte de Juan Pablo I con muchos enemigas. ¿Usted cree que su novela llega a esclarecer los hechos?

Va aclarar todos los hechos sin ningún margen de duda, para un lector que quiere saber de una forma sencilla lo que paso.

¿Que cree que va decir el Vaticano cuando se encuentre con este libro?

El Vaticano tiene dos opciones; guardar silencio y la otra es reaccionar y decir algo en relación con este tema. Sería bueno que exhumaran el cuerpo de Juan Pablo I, pero no lo van ser.

¿Está prohibido?

No es una prohibición rigurosamente hablando, pero son unas reglas que existen y que no van romper.

¿Este hecho lo dio por cerrado la Iglesia y el Vaticano?

Sí, la Iglesia dio por cerrado este caso como muchas otras cosas que da como acabado y que la gente en general no tiene conocimiento de nada.

¿Cómo concibe el Vaticano y la Iglesia?

Después de Juan Pablo I, el Vaticano y la Iglesia no existen para mi…

¿Este libro está dedicado a Juan Pablo I. Le afecto su muerte?

Sí, me afecto. Tengo el diario del Papa y toca la fibra de cualquier persona. Para mi fue un hombre genial…

Fragmentos: reflexiónes de Juan Pablo I. Albino Luciani (página 352)

La solución depende de nosotros, que en el seno de la Iglesia reverenciamos dogmas antiguos que ni siquiera me atrevo a endosar al Creador. A lo largo de los siglos, muchos hombres se sentaron en la silla de Pedro. El poder y el tesoro acumulados en todo este tiempo son incalculables. Me atrevo a decir que somos el Estado más rico del mundo. ¿ Cómo es posible que esto sea así, si nuestra obligación es estar cerca de los fieles? Nuestro deber de ayudar al prójimo se convirtió en algo selectivo y estratégico. Todo este legado está siendo dirigido como una gran empresa, y estamos hablando del legado de Jesús a Pedro, el pescador, un patrimonio que atravesó la historia entera para llegar hasta mí.

Hay que reflexionar sobre un conjunto de cuestiones fundamentales, pero primero hay que señalar un camino. El único que existe es de Nuestro Señor Jesucristo, nuestro padre. ¿Qué cuestiones pueden ser aclaradas recurriendo al Padre? Todas. Oyendo simplemente sus enseñanzas y recomendaciones, pues él respondió a todas las preguntas hace mucho tiempo, y las responde continuamente. Me atrevo a decir que todas las preguntas ya obtuvieron su respuesta, incluso las preguntas nuevas.

Pero en la dificultad de los tiempos modernos hay una fórmula que siempre nos guía hacía el camino del bien y del amor, el camino de Dios. Debemos preguntarnos: ¿qué haría Jesús? Esta pregunta tan simple responde a todas nuestras preguntas.

¿Qué haría Jesús?

¿Control de la natalidad? La vida es alegría y un hijo también, cuando es deseado.

¿Para qué transformar en una carga aquello que es un regalo divino?

¿Relaciones homosexuales? No juzgarás.

¿Celibato sacerdotal? ¿Dónde se habla de ello en el Evangelio?

¿Sacerdocio femenino? Todos somos iguales a lo ojos del Señor

Es el deber de la Iglesia dedicarse a sus fieles y compartir con ellos la palabra del Señor , ayudando a los más necesitados, sin distinción de raza o credo. Realizar una aproximación a otras religiones sin juzgar sus valores o creencias, sin confraternizando y compartiendo su sabiduría y amor. No será un sueño de los cielos que un cristiano puede rezar a su Dios en una mezquita y un musulmán al suyo en una iglesia. Sin censura ni provocaciones. Porque el Cielo puede y debe comenzar en la Tierra.

“¿ Cómo sería hoy el mundo si este Papa no hubiese muerto?”, se pregunta Sarah después de la lectura, que la deja a la vez conmovida y exultante. Sin duda, habría revolucionado la Iglesia. Finalmente encuentra un papel escrito en su lengua materna. Sarah reconoce el tercer secreto de Fátima, anunciado por la hermana Lucía.

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